Según datos del Mineduc, en Tarapacá 1.435 alumnos de 4° medio han perdido más de 500 horas producto de la falta de actividades presenciales.
Pese a que paulatinamente los establecimientos educacionales del país reabren sus puertas, para que sus estudiantes continúen con las actividades presenciales, preocupa la situación de los liceos Técnico Profesionales (TP), ya que, según las cifras entregadas por el Mineduc, es uno de los sectores más afectados por la suspensión de clases presenciales a causa del Covid-19.
Lo anterior, debido a que más de 150 mil estudiantes de esta modalidad educativa se han visto perjudicados por la pérdida de horas prácticas, particularmente aquellos de los 409 liceos TP del país que no han reanudado clases presenciales desde marzo de 2020. A este último grupo pertenecen 1.435 alumnos de 4° medio de Tarapacá, quienes han perdido un 61% de sus horas prácticas (569), lo que supone un tercio de la formación necesaria para su especialidad.
El seremi de Educación, Claudio Chamorro, demostró su preocupación por los estudiantes de la educación técnica, ya que necesitan del trabajo práctico para lograr sus aprendizajes. “En nuestra región los establecimientos educacionales están retomando la presencialidad de manera gradual y voluntaria y esperamos que en los próximos días más sostenedores se vayan sumando. Las clases presenciales son fundamentales para frenar las brechas de aprendizaje que se han producido a causa de la pandemia, por lo que es urgente que los sostenedores, especialmente los municipios que administran la mayor parte de la educación pública, aseguren el derecho de los alumnos a la educación. Debemos hacer todos los esfuerzos necesarios para volver al aula y retomar los contenidos perdidos”, expresó.
La autoridad agregó que, en la región, donde el área de Minería es uno de los sectores económicos más importantes, los estudiantes técnicos están mermando la posibilidad de adquirir mejores habilidades en especialidades relacionadas con el área, que requieren un trabajo presencial para desarrollar las competencias en el manejo de maquinarias, interactuar con el equipamiento adecuado y los elementos de protección personal de seguridad (EPP) requeridos, siempre con la supervisión de un profesor guía en esta formación.
“Lo que más nos preocupa es no alcanzar a obtener los conocimientos necesarios para seguir adecuadamente con la carrera. Da temor que, a la hora de realizar nuestra práctica profesional, no estemos lo suficientemente preparados. Es necesario interactuar con la maquinaria, ya que el año pasado vimos los equipos, pero no alcanzamos a usarlos. Sería ideal si las condiciones lo ameritan, poder recuperar estas horas”, manifestó Eddie Pérez, estudiante de 4° medio de la especialidad de Metalurgia Extractiva en el Colegio Marista Hermano Fernando de Alto Hospicio, establecimiento que se prepara a reanudar actividades presenciales con los estudiantes TP, de forma gradual y con todas las normas de seguridad.
En el presente año escolar más de 2.992 alumnos de 3° y 4° medio de la región y más de 74 mil a nivel nacional, acumulan 126 horas prácticas perdidas para su formación específica.
Jorge Cayo, estudiante de Administración de Empresas del Liceo Bicentenario Sagrado Corazón de Alto Hospicio, explicó que en su curso actualmente trabajan de forma remota adaptando las materias más importantes, sin embargo, la interacción es uno de los puntos claves de su carrera.
“El administrador es alguien asertivo y responsable por lo que el desarrollo de habilidades blandas es importante, así como las habilidades financieras, lo que se ha hecho algo difícil ya que son diferentes los procedimientos llevados a lo digital. Nuestros profesores del área técnica siempre están atentos y adaptan las tareas lo más similar a lo presencial, pero en aula uno aclara mejor sus dudas al estar en contacto con el profesor y con compañeros que trabajan a la par…aprendemos más al compartir nuestras experiencias”, concluyó.