La Casa de Estudios fue la única elegida por su destacada vinculación y aporte a los territorios en el Norte Grande del país.
Consolidarse como una Institución referente a nivel nacional e internacional por sus crecientes aportes al territorio, es uno de los principales objetivos de la Universidad Arturo Prat (UNAP). Y es un propósito que ya se está alcanzando.
Esto, porque la UNAP es la primera Casa de Estudios chilena que actualmente integra la Red de Universidades de América Latina y Europa, denominada Sus-Ter; un proyecto internacional impulsado por la Unión Europea.
La Red Sus-Ter permite compartir experiencias internacionales entre ambos continentes, en términos de cómo contribuir a generar desarrollos locales con identidad. Y así impulsar conocimientos, habilidades y competencias en áreas rurales, con procesos inclusivos de puesta en valor del patrimonio cultural, productos de origen y biodiversidad.
Para todo lo cual, resulta fundamental que la labor docente e investigativa sea pertinente al territorio donde la Universidad está inserta. Y al ser la UNAP una institución regional, posee múltiples capacidades para seguir multiplicado sus aportes a las comunidades.
Así lo destacó la Doctora Claudia Ranaboldo, investigadora y coordinadora de la Plataforma Internacional de Diversidad Biocultural y Territorios, y también docente invitada de la Universidad de Florencia, Italia (UNIFI), institución coordinadora de la Red Sus-Ter. La académica es Doctora en Sociología y Antropología Rural por la Universidad de Turin.
¿Por qué UNAP fue elegida para integrar Sus-Ter?
Por una trayectoria anterior de colaboración con la Plataforma Internacional Diversidad Biocultural y Territorios, y un convenio reciente firmado con la Universitá degli Studi di Firenze (UNIFI), universidad coordinadora de Sus-Ter. Además, por el creciente compromiso de UNAP hacia el enfoque territorial, la vinculación con los territorios, sus actores y su presencia territorial. Por su oferta formativa dinámica, que va innovando con estos temas; y su relevancia en el Norte de Chile, en una región fronteriza que dialoga con otros países cercanos, pero que al mismo tiempo está abierta a una internacionalización y a relaciones interinstitucionales más amplias.
¿Actualmente UNAP es la única Universidad chilena que integra esta red?
Efectivamente (…) Chile no estaba presente en un comienzo ni entre los socios ni entre las entidades asociadas de Sus-Ter. Durante la fase de diseño, se hicieron algunos intentos por sumar a universidades chilenas, mientras íbamos sumando importantes universidades de Colombia, México, Costa Rica, aparte de Italia (con UNIFI, como coordinadora) y España. Por lo tanto, es un gusto contar ahora con una universidad como la UNAP.
¿Cómo favorecerá esto a los habitantes de Tarapacá?
En el corto plazo, a través del Diplomado de Desarrollo Territorial que ya se está diseñando juntos, entre UNAP, Plataforma de Diversidad Biocultural y UNIFI. El Diplomado estará dirigido también a actores territoriales clave de la Región de Tarapacá. Y siempre en el corto plazo, vía el Diplomado, se desarrollarán webinars, otro tipo de encuentros virtuales de alcance internacional sobre temáticas consustanciales a la aplicación del enfoque (desarrollo territorial y patrimonio biocultural), las mismas que pueden ser de utilidad para la Región.
Y se podrá instalar un Laboratorio Territorial (parte de la misma metodología Sus-Ter) en la Región, posiblemente a partir de Centro Exploratorio del Conocimiento Canchones, y el trabajo que viene desarrollando la Oficina de Iniciativas Territoriales (OFIT). En el mediano-largo plazo, hay toda la apertura para impulsar otras iniciativas académicas-territoriales con la red de socios internacionales de Sus-Ter.
¿Cuáles son algunos principales resultados de Sus-Ter en Latinoamérica y Europa?
En síntesis, Sus-Ter ha logrado diseñar y validar una oferta formativa innovadora, orientada a dinamizadores y dinamizadoras territoriales, y conformar una red de conocimientos, habilidades y competencias para una valorización territorial inclusiva y sostenible del patrimonio cultural, los productos de origen y la biodiversidad.