Dejar de beber agua a diario puede llevarlos a sufrir problemas de desorientación y memoria, incluso bajas de presión y caídas, cuando esto no es detectado a tiempo. Especialistas entregan algunos consejos para que ellos mantengan niveles adecuados de agua en su cuerpo.
No es fácil reconocer que una persona mayor se encuentra deshidratada. A diferencia de personas más jóvenes, síntomas como la sequedad de piel, dolores de cabeza o sensación de sed pueden aparecer en forma muy tardía o simplemente no presentarse en ellos, pues su cuerpo ya no funciona de la misma manera. “Este es un tema que se agudiza en verano, pero que las personas mayores deben enfrentar los 365 días del año”, afirma la Dra. Claudia Ríos de Fundación Las Rosas.
“Las personas mayores pueden estar varios días consumiendo poca agua, sin darse cuenta que se están deshidratando, hasta que se presentan síntomas que pueden ser muy inespecíficos e incluso confundirse con manifestaciones de otras patologías, como caídas, problemas de memoria, cambios de conducta, desorientación, hipotensión o baja de presión, somnolencia, desmayos o incluso bajas importantes de peso”, explica la doctora. A lo anterior se suma que las personas mayores, por razones naturales, disminuyen hasta en un 20% su porcentaje de agua corporal; con lo cual pasar muchos días deshidratados los puede conducir hacia una complicación de salud aún más aguda.
Mantenerlos hidratados
Una persona mayor debería tomar en promedio 2 a 2,5 litros de agua al día, agua que se distribuye entre los líquidos y la comida, lo cual varía según ciertas condiciones propias de cada persona. Sin embargo, existen varios factores que hacen difícil esta tarea, ya que a medida que avanza la edad, se pierde el sentido de la sed y la saciedad se produce con muy poca agua. “Medio vaso puede ser para ellos suficiente”, explica la doctora Ríos. Además, a muchas personas mayores no les gusta tomar agua porque los obliga a ir al baño varias veces, cuestión que no es tan fácil cuando existen problemas de desplazamiento, dependencia o un deterioro cognitivo que les impida expresar sus necesidades.
Florentina Fuentes, nutricionista de Medismart.live, comenta que entre otros problemas de salud que sufren los adultos mayores, a veces se suele olvidar la importancia de mantenerlos hidratados en todo momento. Sin embargo, existen algunas sugerencias prácticas que todos podemos seguir para enfrentar el problema y apoyar a nuestros seres queridos en este proceso:
Distribuir el agua durante el día para que la persona mayor no se fastidie con la ingesta de líquido. Puede ser, por ejemplo, después del desayuno, del almuerzo y entre comidas.
Usar líquidos variados o que sean “más atractivos” para ellos, como aguas saborizadas, infusiones de yerba o jugos de fruta.
Darles preparaciones líquidas-saladas como parte de su dieta habitual; entre ellas están las sopas, cazuelas o consomés. Esto les da otra sensación, distinta a estar consumiendo agua pura, y los ayuda a hidratarse.
Incluir en sus alimentos frutas y verduras de verano con alto porcentaje de agua, como son la sandía, melón, naranja, pepino, tomate, entre otros.