El siniestro está controlado gracias al trabajo de Bomberos y a los brigadistas forestales de CONAF, quienes realizan labores de peritaje para determinar el origen del incendio que consumió 46 hectáreas.
La afectación de 46,7 hectáreas de vegetación produjo el incendio forestal declarado en el sector de Chiapa, en Huara, al interior del Parque Nacional Volcán Isluga. Para su combate se gestionaron diversos recursos, tanto a nivel central como en la región.
Para trabajar en la emergencia acudieron compañías de Bomberos de Huara, Pozo Almonte y La Tirana, despliegue al que se sumaron 22 brigadistas forestales de CONAF provenientes de la Región Metropolitana, además de un equipo de profesionales de la Subsecretaría de Prevención del Delito que colaboraron con drones para obtener información de posibles focos activos.
De acuerdo a los últimos peritajes, el siniestro consumió vegetación xerofítica, específicamente pajonales, no registrándose afectación a comunidades ni viviendas. Gracias al trabajo mancomunado de los equipos de emergencias y de CONAF, el siniestro se encuentra controlado y se desactivó la alerta roja que permitió el amplio despliegue.
Natalia Ortega, directora regional de CONAF, explicó que el organismo de emergencias en un inició decretó alerta roja debido a la amenaza que presentó en su origen la tarde del lunes y por desarrollarse al interior de un área silvestre protegida, la cual la tarde de este miércoles fue desactivada.
“Ante esta situación y gracias al rápido trabajo de Bomberos y a la gestión de autoridades regionales, se dispusieron todos los recursos necesarios a través de la alerta roja decretada oportunamente por ONEMI, lo cual permitió apoyos adicionales de CONAF y el despliegue, por primera vez en nuestra región, de una brigada forestal”, sostuvo la directora.
Si bien el incendio ya está controlado, los brigadistas de CONAF actualmente trabajan en la extinción y además en la investigación para establecer la causa que originó el fuego, con el fin de proveer información certera que permita reorientar las decisiones en cuanto a planificación y gestiones preventivas de incendios forestales en el territorio.