Unidades de la VI División del Ejército de Chile organizaron ceremonias en el morro histórico, Pisagua y en la quebrada de Tarapacá.
Tanto en Arica, como en Pisagua y en la mismísima quebrada de Tarapacá, donde ocurrió el hecho de armas un 27 de noviembre de 1879, la VI División del Ejército de Chile conmemoró la Batalla de Tarapacá y el Día de la Cantinera, que, este año, tuvo su primera conmemoración oficial en honor a las cientos de mujeres que dieron sus vidas por la Patria en las guerras contra la Confederación Perú-Boliviana y en la del Pacífico.
Fue así como con la presencia de autoridades civiles y militares, las actividades se desarrollaron en el histórico Morro de Arica, en la tumba de María Rojas Moya -última Cantinera del Ejército de Chile encontrada en el presente siglo- en el Cementerio General de Pisagua, y en el lugar exacto donde se libró la Batalla de Tarapacá hace ya 143 años, y donde, entre otros tantos miles de soldados chilenos, perdiera la vida el Teniente Coronel Eleuterio Ramírez, Comandante del Regimiento 2° de Línea.
“Estas ceremonias conmemorativas vienen a poner en valor el patriotismo y heroísmo de quienes entregaron sus vidas en la Batalla de Tarapacá, y por supuesto también la relevancia de las cantineras que, tanto en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana, como en la Guerra del Pacífico, fueron piezas fundamentales para nuestro Ejército de Chile. En Tarapacá, soldados y cantineras entregaron sus vidas por la Patria, por lo que es de justicia conmemorarlos y relevar la figura del Comandante Eleuterio Ramírez del 2do de Línea, quien jamás cejó en su lucha por defender nuestra bandera, hasta encontrar la muerte en este lugar”; señaló al respecto el Comandante en Jefe de la VI División de Ejército, General de Brigada Lionel Curti Santibáñez.
En todas las ceremonias, autoridades civiles y militares destacaron la importancia del hecho histórico y pusieron en valor el trabajo de las cantineras, mujeres que, al no poder ser soldados, se unieron a las filas del Ejército para colaborar con agua y atenciones médicas, entre otros quehaceres, a los efectivos que combatieron por Chile en las guerras antes señaladas.