Efectivos de la VI División de Ejército se coordinan con policías y municipio para facilitar aumento de flujo de personas en la frontera.
En su permanente preocupación por colaborar con la comunidad y en el marco del Decreto N°265 que autoriza la colaboración de las Fuerzas Armadas con las autoridades civiles y policiales competentes para actuar en relación a actividades que se vinculen al tráfico ilícito de migrantes, y al narcotráfico y crimen organizado transnacional en zonas fronterizas del territorio nacional, los Centinelas del Norte de la VI División del Ejército continúan desplegándose para colaborar con estas tareas y con la realización de la denominada Feria Ancestral, que reúne a chilenos y bolivianos cada 15 días en la Comuna de Colchane.
“Se trata de una feria ancestral que se realiza dos veces al mes, donde se da la posibilidad de que personas de los pueblos originarios “Aymara”, puedan cruzar a Colchane para adquirir elementos varios y viceversa. Para ello y como un refuerzo y apoyo a Carabineros, enmarcados en el Decreto N°265, nos empleamos con más de 40 militares que ayudan con el control de esta actividad masiva, situación que es muy agradecida por la gente, ya que no se pudo realizar durante el periodo más duro de la pandemia”; comenta al respecto el Mayor Andrés Rodríguez, quien estuvo como Jefe del Altiplano para el control de la operación.
Asimismo, el Mayor Rodríguez explicó el trabajo realizado por los efectivos de la 2da Brigada Acorazada “Cazadores”, unidad encuadrada en la VI División de Ejército. “Básicamente nuestra función es brindar un apoyo a Carabineros para que la actividad se realice de manera normal y que cada persona pueda adquirir los elementos necesarios para su vida cotidiana, ya que, según nos cuentan, les es mucho más conveniente que bajar a Iquique”; señaló.
En la última versión de la feria que tuvo lugar en Colchane, fueron más de 3.700 personas las que salieron del país y más de 3.600 las que ingresaron, lo que da cuenta de la relevancia que la actividad tiene, tanto para bolivianos como chilenos, quienes se benefician con la posibilidad del intercambio comercial ancestral entre ambos pueblos, y cuya seguridad, desde 2019, está siendo apoyada por el Ejército de Chile.