● La actividad, organizada por la Delegación Presidencial de Tarapacá, contó con la participación de expertas en la materia y de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos y Detenidos Desaparecidos de Iquique y Pisagua.
En el marco de los 50 años del Golpe de Estado y los lineamientos de género del Plan Regional contra el Crimen Organizado, este lunes la Delegación Presidencial de Tarapacá realizó el conversatorio “Violencia contra las mujeres en dictadura: Reflexiones a 50 años”.
Este conversatorio, que contó con la colaboración de la seremi de la Mujer y Equidad de Género de Tarapacá; la seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio; y la Universidad de Tarapacá, fue impartido por la académica designada por el Estado de Chile en el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (MESCVI) de la “Convención de Belém do Pará”, Mónica Maureira Martínez, y la psicóloga forense encargada de la Unidad de Salud Mental del Servicio Médico Legal de Tarapacá, Ana Genoveva Gómez.
La académica Mónica Maureira Martínez realizó su ponencia sobre violencia sexual hacia las mujeres en conflicto y democracia, mientras que la psicóloga Ana Genoveva Gómez expuso sobre los desafíos de la evaluación forense en la actualización del Protocolo de Estambul. Además, en la instancia se dio espacio para las reflexiones de los invitados, entre ellos los representantes de AFEPI Héctor Marín y Engracia Palominos, junto con Aurora Cayo Baltazar, oriunda de la comunidad de Chiapa, quienes compartieron sus experiencias en la dictadura.
El Delegado Presidencial de Tarapacá, Daniel Quinteros, explicó que “como Gobierno hemos querido tener un espacio de conversación y reflexión respecto de la violencia que sufrieron las mujeres, particularmente, durante la dictadura. Sabemos que las mujeres no solamente fueron víctimas también de desaparición, de tortura y una serie de violaciones a los derechos humanos, sino que también ellas fueron utilizadas como herramientas de torturas para otros y otras. Además, el movimiento feminista de los 80 creo que logró posicionar que la subordinación y las distintas manifestaciones de violencia no solamente ocurrían en el espacio público, sino que también en el espacio privado. Por lo tanto, ese lema de la democracia en público, pero también en la casa, fue una consigna que alimentó buena parte del movimiento feminista que trabajó por la recuperación de la democracia, que denunció las múltiples violaciones a los derechos humanos y que ha permitido reconstruir a nuestro país, poniendo el acento en las mujeres”.
Asimismo, la Seremi de la Mujer y Equidad de Género, Noemí Salinas, destacó con que estas actividades de conmemoración de los 50 años “principalmente lo que nosotras buscamos como Ministerio de la Mujer es ir fortaleciendo la agenda que hoy día tenemos, de poder avanzar y poder involucrarnos como Estado en su conjunto respecto de las políticas de prevención de violencia contra las mujeres, pero también de abordaje de la violencia como un continuo, como bien decía la expositora. Hoy día a 50 años del Golpe es necesario hablarlo, es necesario reflexionar”.
Por su parte, la académica integrante de la ´Convención de Belém do Pará´, Mónica Maureira, indicó que “en este conversatorio estuvimos haciendo memoria respecto de lo que vivieron las mujeres durante la dictadura (…) el mensaje fue súper claro: cómo se construye memoria para que el respeto de los derechos humanos sea materia a futuro y para que podamos entender que los derechos humanos no solamente se vulneran durante los quiebres democráticos, sino que también tenemos que tener atención y urgencia sobre ello en los procesos democráticos”.
Finalmente, la psicóloga forense del SML, Ana Genoveva, explicó que “hoy día quisimos orientar desde el Protocolo de Estambul en el Servicio Médico Legal específicamente en los desafíos que tienen que ver con la evaluación de tortura sexual en mujeres en periodo de dictadura” y también valoró las intervenciones de los y las asistentes que entregaron “relatos tan cargados de emocionalidad y de experiencia, de memoria viva”.