Alrededor de 300 pasajeros que arribaron al Puerto de Iquique este sábado, inaugurando la temporada de cruceros 2023-204, tomaron tours para visitar la Salitrera Humberstone, -Sitio Patrimonio de la Humanidad, administrado por la Corporación Museo del Salitre-, que sigue siendo uno de los atractivos predilectos en el ámbito del turismo patrimonial y de intereses especiales.
Los cruceristas, de distintas nacionalidades llegaron a bordo de las naves «Viking Octantis», cuyo puerto anterior fue el Callao en Perú, y del Roald Amundsen, que venía desde Arica. Ambos cruceros continúan a Valparaíso, para seguir luego a la Antártida chilena.
Los turistas, la mayoría adultos mayores, pero amantes de las expediciones no tradicionales, llegaron en 11 buses a Humberstone, cumpliendo con un apretado programa, que les permitiera regresar a Iquique, para continuar con la navegación. Organizados en grupos, se dieron el tiempo para recorrer las distintas salas de exposición y lugares como el Teatro, el Hotel y la Pulpería, entre otros, así como disfrutar del espacio abierto y recibir los quemantes rayos del sol, en la pampa del Tamarugal, ubicada en el Desierto de Atacama.
Varios de los expedicionistas, se movilizaban con el apoyo de bastones para la caminata, lo que no fue impedimento para conocer un lugar tan exótico para ellos, y conocer parte de lo que fue la industria del salitre y el trabajo de los obreros pampinos.
UN NÓMADE
Tony, de Costa Rica, quien es parte de la tripulación del Viking Octantis, en el Departamento de Expediciones e instructor de kayac, señaló, precisamente, que la temperatura que encontraron era altísima y que valoraba que tantas personas hayan trabajado bajo esas condiciones.
Sobre su rol en el crucero y en definitiva, su estilo de vida, dijo que se consideraba un verdadero nómade, porque la mayor parte del año se encuentra recorriendo distintos países y parajes. Remarcó que su misión, es atender a los expedicionistas, responder a sus necesidades y brindarles seguridad, lo que realiza con gran vocación.
Afirmó que la edad, para nada debe ser un impedimento para que las personas mayores puedan viajar por el mundo.
“RECOMENDAMOS TODO”
La pareja compuesta por May y Roberto, tras recorrer las instalaciones patrimoniales de la Salitrera, señalaron que recomienda la visita a la salitrera y en particular a algunos de los lugares como la Pulpería, la escuela, el Hotel y el Teatro.
Señalaron que le costaba comprender cómo es que las personas podían trabajar y vivir en el desierto, con temperaturas tan altas y tan lejos del mar.
DE HUNGRÍA, A CHILE Y A CANADA
Interesante es la historia de la crucerista Eva Mate -con una sola t, remarcó-, ya que nación en Hungría y de bebé se vino con sus padres a Chile, donde realizó todos sus estudios, hasta convertirse en médica en 1975. Ese mismo año, se fue a Canadá, donde se casó y formó su familia.
Sin embargo, cada vez que puede, vuelve de visita a Chile, para reunirse con sus familiares. Dijo que conocía sólo hasta Antofagasta, pero que llegar a la Salitrera Humberstone, le emocionó tan profundamente, que le dieron ganas de cantar el himno, del cual parafraseó una de sus estrofas. “puro Chile es tu cielo azulado…”, dijo y siguió con los siguientes líneas. Es que un parte de ella, se quedó en Chile.
PROXIMOS CRUCEROS
Luego de esta exitosa visita de turistas de crucero, se espera que una nueva nave, el Viking Polaris, recale en el Puerto de Iquique el próximo 25 de octubre, esperándose que de 10 a 14 buses, nuevamente trasladen a los cruceristas a las salitreras y el desierto tarapaqueño.
El 21 de noviembre recalará el crucero Eclipse, que también tiene contempladas visitas a Humberstone y otros lugares del desierto tarapaqueño.
Se proyecta que, en total, sean más de 10 cruceros los que realicen una parada en Iquique durante la temporada, esto porque la ciudad ya está instalada en los circuitos cruceristas internacionales, por sus múltiples atractivos, tanto en la ciudad misma, como la pampa y el desierto.
Además, al ser las salitreras Humberstone y Santa Laura, Patrimonio de la Humanidad, constituyen un atractivo en sí misma, para los expedicionistas amantes del turismo patrimonial, de intereses especiales o industrial-histórico, que es lo que representa lo que fue la industria del salitre.