“Convenio 190: Sobre la Eliminación de la Violencia y el Acoso en el Mundo del Trabajo se denominó el conversatorio organizado de manera conjunta por el Instituto de Seguridad Laboral, ISL; la Dirección del Trabajo y la Seremi del Trabajo y Previsión Social, actividad enmarcada en la conmemoración del “Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer”.
La actividad contó con la presencia del Seremi del Trabajo y Previsión Social, Ignacio Prieto; la Seremi de la Mujer y Equidad de Género, Noemí Salinas; la Presidenta de la CUT Tarapacá, Esmeralda Contreras, el director regional del ISL, Sergio Martínez y el director de la Dirección del Trabajo, Jaime Rojas.
En el seminario se realizaron las presentaciones de Paola Bolivar Castillo, Consultora de la Organización Internacional para el Trabajo, OIT, y la exposición del Instituto de Seguridad Laboral, con la temática “Alcances y consideraciones del cuestionario de evaluación del ambiente laboral”, realizada por Fernanda Castillo, sicóloga del ISL.
Al respecto el Seremi del Trabajo y Previsión Social, Ignacio Prieto, manifestó que “este Convenio es muy importante ya que nos permitirá contar con mejores herramientas, ya que, exige que los Estados miembros adopten un enfoque inclusivo, integrado, y que tenga en cuenta las consideraciones de género para prevenir y eliminar la violencia y el acoso en el mundo del trabajo”.
Convenio 190
El Convenio 190 de la OIT es la primera normativa internacional que aborda las problemáticas en el mundo del trabajo, mediante un instrumento específico referido a las normas que regulan las relaciones laborales y ha sido ratificado por otros 19 países. Según lo indicado por la Organización Internacional del Trabajo, se deberá aplicar a todos los sectores de la economía, público o privado, formal e informal, en zonas urbanas o rurales, y cualquiera sea la situación contractual de las y los trabajadores.
Del mismo modo, el convenio agrupa la igualdad y la no discriminación, con la seguridad y salud en el trabajo en un solo instrumento y sitúa la dignidad humana y el respeto en su centro. En ese sentido, reconoce que la violencia y el acoso pueden constituir una violación o abuso de los derechos humanos y prevé, por primera vez, un único concepto compuesto de violencia y acoso.