Pamela Schwerter, gerente general de Grupo Ahona
Chile conmemora este14 de junio el Día Mundial del Donante de Sangre, con un déficit importante en esta materia. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), nuestro país tiene una tasa de donación de 17 por 1.000 habitantes, inferior a lo necesario y muy por debajo de otros países, que alcanza a 31 personas por cada 1.000.
El no contar con este importante recurso trae, entre otras consecuencias, la cancelación de cirugías, las que deben reprogramarse y, en el mejor de los escenarios, efectuarse una vez que se cuenta con la sangre necesaria.
La buena noticia es que existe una tecnología que permite recuperar sangre del mismo paciente durante la cirugía: son los conocidos equipos recuperadores de sangre. Estos dispositivos pueden ser utilizados en cirugías sangrantes de cardiocirugía, ginecología e incluso neurocirugía y disminuir con esto el uso de las unidades del banco de sangre y, por otro lado, los días cama de hospitalización, debido a que la autotransfusión tiene también ventajas de carácter clínico que influyen en la recuperación más rápida del paciente.
Pero, para contar con esta tecnología, se requiere de una logística especializada que traslade estos equipos de forma segura y óptima, garantizando llegar a tiempo a los prestadores de salud para su efectivo uso.
El operador logístico tiene aquí un rol clave. Debe conocer y entender el manejo de estos equipos médicos para poder trasladarlos. Solo con ese conocimiento dará la debida importancia al resguardo del equipo y su correcto tratamiento, al momento de su distribución.
En otras palabras, el operador logístico debe incorporar y entender su rol como parte activa del ecosistema de salud, para generar confianza y eficiencia en los establecimientos hospitalarios, sus equipos de salud y los principales beneficiarios de estas atenciones de salud: los pacientes.