Con dos liturgias celebradas simultáneamente en la capilla católica de la unidad y en el patio del Módulo Nº 8, del Centro de Cumplimiento Penitenciario de Iquique, CCP, se desarrolló la Octava de San Lorenzo, actividad programada por la capellanía católica de Gendarmería.
El desarrollo de la actividad contó con la autorización de la jefatura de la unidad, capitán Tania Ramos, lo que facilitó que el presbítero de Gendarmería, padre, Armando Vergara, se reuniera con las internas que profesan la religión católica en la capilla de la unidad y el y colaborador de la Pastoral Carcelaria, presbítero Javier Sáez Gallardo, Vicario de Pastoral y Párroco de la Catedral y el Diácono, Gabriel Alburquenque Medina, asesor diocesano de la Pastoral Juvenil. Ambos religiosos, presidieron la celebración religiosa en el Módulo 8 del CCP de Iquique.
En la oportunidad se destacó parte de la labor ejecutada por Lorenzo, que entregó las ganancias recaudadas del emperador de la época a los pobres y en el momento de exigirle que entregara el tesoro que le correspondía, le presentó a la gente del poblado. “Este es el tesoro que le pertenece”, le dijo. Ello motivó que Lorenzo fuera sentenciado a la hoguera y quemado vivo en medio de la plaza de la comarca.
Acompañaron y colaboraron en la actividad religiosa, los Agentes Pastorales del Equipo de Capellanía y las internas responsables pastorales de ambas secciones del recinto carcelario.
En la oportunidad se entregó a las internas que participaron en el encuentro espiritual, diferentes recuerdos proporcionados por el ex capellán institucional, sacerdote Wilson Cuello Barraza, quien en la actualidad sirve pastoralmente en la Parroquia de la localidad de Tarapacá. Dichos recuerdos simbolizaron la entrega de llaveros, la futura puerta a abrir en la recuperación de la libertad.
Finalmente, las eucaristías culminaron con el reparto de chocolate y dulces para las asistentes, simbolizando la tradición que se desarrolla en el pueblo de la quebrada de Tarapacá.