El concepto de equidad de género se comprende como un principio que busca garantizar que todas las personas, sin importar su género, accedan a las mismas oportunidades y se les reconozcan los mismos derechos. Esto implica un compromiso transversal en nuestro actuar diario. Se trata de avanzar en la construcción de una sociedad que no determine los futuros académicos o laborales.
Desde este enfoque, la conmemoración del Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para reconocer la lucha histórica de las mujeres por sus derechos, por la equidad de género y la justicia social, junto con la erradicación de toda forma de violencia y discriminación. Específicamente en el ámbito educativo, el 8M también nos invita a reflexionar respecto de las prácticas en los espacios educativos que permiten promover la equidad de género y establecer ambientes formativos y laborales libres de sesgos.
En este año 2025, el Ministerio de Educación ha propuesto conmemorar el 8M bajo el lema “Trayectorias Educativas en Igualdad”, poniendo especial foco en la prevención de la violencia de género, problemática que enfrentan miles de niñas y mujeres en todo el mundo.
Actualmente, el Foro Económico Mundial indicó durante el 2024, que, al ritmo actual de progreso, la plena igualdad de género podría alcanzarse en el año 2158, es decir, dentro de cinco generaciones más. Ante esto, es clave abrir espacios de diálogo y mostrar que la equidad no es una amenaza, sino una oportunidad para crecer con libertad.
Hoy, la Provincia del Tamarugal cuenta con una matrícula de 6.648 personas, de las cuales el 47,7% son mujeres, teniendo siempre la menor participación en educación Humanista Científica y Técnico Profesional. Por otra parte, carecen de participación en especialidades industriales, manteniendo el sesgo de que existen actividades laborales que las mujeres no podemos desempeñar.
Fomentar la equidad de género en la educación permite la generación de ambientes inclusivos fortaleciendo la confianza, la empatía y la capacidad de adaptación, formando así ciudadanos y ciudadanas capaces de identificar las barreras para su desarrollo.
Es deber de todos quienes participamos de los procesos de formación inicial y escolar garantizar que niñas, niños, jóvenes y personas adultas que culminan su etapa escolar desarrollen sus aprendizajes con la convicción de que su género no determina su rol en nuestra sociedad.
Andrea Osorio Rivera
Directora Ejecutiva SLEP del Tamarugal