Por: Ignacio Prieto Henríquez, Seremi del Trabajo y Previsión Social de Tarapacá
En estos tres años de Gobierno del Presidente Gabriel Boric y desde el Ministerio del Trabajo y Previsión Social hemos logrado grandes avances en favor de las y los trabajadores y pensionados y pensionadas, siempre con la colaboración de actores sociales de diversos sectores.
Tenemos un Gobierno que responde a las necesidades, urgencias y cambios más sentidos por las familias y que avanza en soluciones concretas para las personas. En estos 3 años, hemos mostrado, con acciones, nuestro compromiso con mejorar la calidad de vida de chilenos y chilenas.
En enero pasado se aprobó, después de 43 años, la reforma previsional, una respuesta urgente a las necesidades de los jubilados de nuestro país. Pasamos de una lógica meramente individual a complementarla con un seguro social, acercándonos a principios que son tan razonables y tan necesarios en una sociedad como la chilena: poner solidariamente un componente que haga que, por ejemplo, las diferencias entre hombres y mujeres se puedan disminuir. Su impacto en la Región de Tarapacá es particularmente significativo. Con más de 24.000 pensionados, esta reforma aborda desigualdades históricas y mejora la calidad de vida de nuestros adultos mayores.
Hemos abierto y seguiremos abriendo espacios de diálogo. Dialogar para avanzar es una convicción de este Gobierno, como ha quedado demostrado en las leyes que hemos promulgado, conversando con empresarios, trabajadores, parlamentarios, expertos y la sociedad civil. Así hemos llegado a acuerdos como la Ley de 40 horas, que reduce la jornada laboral de 45 a 40 horas. Esta Ley entrega más tiempo a las y los trabajadores para estar con sus familias con una notable mejoría en la calidad de vida.
La Ley de Conciliación de la Vida Personal, Familiar y Laboral, un paso significativo para consolidar nuestra agenda de Trabajo Decente, en donde más de 26 mil trabajadoras bajo el Código del Trabajo en la región van a poder optar a los beneficios de esta ley. Todo esto en sintonía con la necesidad de fortalecer el empleo de las mujeres, con miras a generar condiciones más favorables para la igualdad de género en el mercado laboral, y a contribuir a tener mayor autonomía y capacidad para poder compatibilizar la vida laboral, la vida personal y la vida familiar, avanzando también en corresponsabilidad social.
Hoy la Ley Karin ya es una realidad, iniciativa que modifica la legislación en materia de prevención, investigación y sanción del acoso laboral, ampliando su alcance con diversas medidas para la erradicación del acoso sexual, laboral y la violencia en el trabajo, tanto en el sector privado como en el público. Con esta normativa, se refuerzan los mecanismos de denuncia y se establecen obligaciones claras para los empleadores en la prevención y sanción de estos actos.
El alza del salario mínimo a $500 mil es un hito que marca un avance concreto en la dignidad de los trabajadores y trabajadoras de Chile. Este incremento, que representa un aumento real cercano al 20%, no solo mejora el poder adquisitivo de cientos de miles de familias, sino que también demuestra que es posible avanzar en justicia social cuando existe diálogo y voluntad política. Además, el acuerdo alcanzado con las MiPymes, que incluye un subsidio para facilitar la adaptación a este nuevo escenario, evidencia que el crecimiento económico y la mejora en las condiciones laborales pueden ir de la mano. Este es un paso importante para construir un país más equitativo, donde el trabajo sea justamente valorado y remunerado.
Respecto al empleo regional la región de Tarapacá ha mostrado aspectos positivos en los últimos años, destacándose una reducción significativa en la tasa de informalidad laboral, que pasó del 35,6% en 2022 al 29,5% en 2024. Este avance se ha logrado gracias al aumento de la ocupación en diversos sectores, así como a los esfuerzos gubernamentales en fiscalización laboral y programas de formalización. A su vez, el Producto Interno Bruto (PIB) regional ha experimentado un crecimiento sostenido, alcanzando los 1.303 MM$ en el tercer trimestre de 2024, con sectores clave como los servicios y la minería liderando este desempeño. Estos logros reflejan una recuperación progresiva del empleo formal, la creación de nuevos puestos de trabajo y una diversificación económica que fortalece la estabilidad regional.
El desafío es continuar la tarea, incentivar la mejora continua de las condiciones de trabajo, velar juntos en abrir las puertas al desarrollo, la descentralización y la democracia, ser capaces de construir y siempre estar presentes por un futuro mejor de todas las trabajadoras y trabajadores.