Jorge Julio, Seremi de Economía Fomento y Turismo de Tarapacá
El pasado 6 de octubre se aprobó el Proyecto de Ley que modifica la Ley de Fomento a la Marina Mercante y a la Ley de Navegación, que marca un hito trascendental para la competitividad logística del país y, especialmente, para la Región de Tarapacá. Se trata de una política pública impulsada por el Gobierno del Presidente Gabriel Boric que busca modernizar nuestro sistema de transporte, fomentar la competencia y reducir los costos logísticos que por décadas han afectado a los productores, exportadores e importadores del norte de Chile.
Durante años, el cabotaje marítimo —el transporte entre puertos nacionales— ha estado limitado a un pequeño grupo de empresas nacionales que concentran la mayoría del mercado. Esa falta de competencia ha provocado altos costos y baja eficiencia, afectando a miles de micro, pequeñas y medianas empresas que dependen de tarifas razonables para mover sus productos. Con esta ley, se abre un espacio acotado pero significativo para la participación de naves extranjeras, manteniendo al mismo tiempo la protección al empleo nacional y la soberanía marítima. La tripulación y la oficialidad seguirán siendo cien por ciento chilenas, garantizando que los beneficios económicos no se construyan a costa de los trabajadores.
El cambio no es menor: estudios del Ministerio de Transportes y de la Dirección General del Territorio Marítimo estiman que los fletes podrían reducirse hasta en un 39%, generando un ahorro anual de más de 260 millones de dólares a nivel país. Esta disminución de costos impactará positivamente en la macrozona norte, fortaleciendo la competitividad de nuestras exportaciones de cobre, productos del mar, frutas y manufacturas, así como el ingreso de insumos para la industria local.
Para Tarapacá, esta ley se conecta directamente con una de las grandes apuestas estratégicas del Gobierno del Presidente Boric: el Corredor Bioceánico Vial, que unirá los territorios de Brasil, Paraguay y Argentina con los terminales marítimos del norte de Chile. Una mayor competencia en el transporte marítimo nacional permitirá que el puerto de Iquique, se consolide como plataforma logística de integración regional. Al potenciar el cabotaje y optimizar las rutas marítimas, el corredor no sólo será una vía terrestre, sino también una red multimodal eficiente que combine carreteras, puertos y servicios logísticos de alta calidad.
Esta articulación es clave para atraer inversión extranjera, dinamizar el empleo local y avanzar hacia una economía regional más resiliente. El norte grande tiene las condiciones naturales y geográficas para transformarse en el eje del comercio bioceánico del Cono Sur, y el fortalecimiento del cabotaje es una herramienta esencial para lograrlo.
La ley de cabotaje es, en definitiva, una señal de confianza en la capacidad del Estado de Chile para promover competencia con equidad, innovación con soberanía, y crecimiento con desarrollo regional. En Tarapacá, esta reforma se traducirá en más oportunidades, más empleos y una logística moderna al servicio de un país que mira al Pacífico con visión de futuro.