Con la participación de especialistas, estudiantes, docentes y servicios públicos, la Fundación Wayanay realizó el seminario “Fauna Marina del Norte de Chile”, una instancia orientada a fortalecer el conocimiento y las capacidades comunitarias en torno a la conservación de la biodiversidad marina en la región de Tarapacá. El encuentro, desarrollado en el Auditorio de INACAP Iquique, abordó los recientes incrementos de avistamientos de ballenas en la costa del norte del país, así como las crecientes preocupaciones por la situación del chungungo (Lontra felina), mustélido marino emblemático del litoral y, actualmente, expuesto a múltiples amenazas asociadas a la actividad humana, la falta de educación ambiental y la insuficiente aplicación de la normativa existente.
La directora de Fundación Wayanay, Elsa Aciares, destacó el rol del seminario como espacio de articulación entre distintos actores involucrados en la protección del medio ambiente. “Siempre preparamos estos encuentros desde la convicción de que la Fundación debe ser un facilitador entre la academia, los servicios públicos y la comunidad. En esta oportunidad pudimos profundizar en temas como la enorme demanda energética de las ballenas, la responsabilidad que implica su avistamiento, la escasa protección del chungungo y experiencias educativas que integran la naturaleza desde la primera infancia. Nos deja satisfechos saber que aportamos con un granito de arena a preservar nuestro entorno para las generaciones futuras”.
La instancia permitió escuchar a diversos expertos, entre ellos Patricio Rivas, encargado regional de la Unidad de Acuicultura de SERNAPESCA, quien en su exposición sobre avistamiento responsable y atención de varamientos, , subrayó la necesidad de fortalecer la educación ambiental, especialmente en niños y niñas. “Este tipo de actividades no solo son útiles, son necesarias. Mi generación difícilmente cambiará hábitos, pero en las nuevas generaciones sí hay posibilidad de transformaciones reales en la forma en que tratamos la naturaleza y sus recursos. El gran problema sigue siendo el desconocimiento de lo que tenemos en nuestras costas y del impacto que generan acciones tan simples como dejar residuos en la playa. Pequeños cambios pueden evitar daños enormes, como los casos de fauna que muere por ingerir plástico”.
Rivas añadió que, “aunque la legislación existe para proteger a especies vulnerables, el desafío radica en hacerla efectiva, a través, de un cambio cultural que involucre responsabilidad y educación ambiental desde edades tempranas”.
Por su parte, el biólogo y destacado investigador especializado en ciencias marinas y mastozoología, Walter Sielfeld advirtió sobre la fragilidad del chungungo en el norte del país y la urgencia de reforzar la aplicación de la normativa ambiental. Uno de los principales problemas es que muchas veces no se cumple lo que las leyes ya establecen. En Chile existe mucho vacío legal y poca aplicación estricta de las normativas en torno a la protección de mamíferos marinos”.
Sielfeld, también, abordó la falta de observación naturalista en la sociedad chilena, señalando que “para proteger algo primero hay que conocerlo”, y que la educación ha reducido, significativamente, los contenidos de flora y fauna, “lo que limita la capacidad de las nuevas generaciones para comprender y valorar la biodiversidad”.
La jornada incluyó, además, una presentación sobre educación ambiental desde la educación parvularia, donde los presentes pudieron conocer la experiencia educativa ambiental que niñas y niños de la escuela de lenguaje “Nuevo Inti reciben gracias al programa educativo que ofrece el jardín, y que considera huertos, reciclaje y salidas a terreno que fomentan la conciencia ecológica.
Fundación Wayanay reafirmó su compromiso con el trabajo territorial, la responsabilidad en el avistamiento de ballenas, la protección del chungungo y la prevención de perturbaciones en ambientes costeros, reiterando la importancia de generar instancias educativas que contribuyan a una cultura de cuidado ambiental en la región.
