Dando a conocer el informe “Universidad Arturo Prat con Enfoque de Género: Mirada y Reflexiones”, se realizó la conmemoración del 8M, organizado por la Dirección de Equidad de Género y Diversidad de la UNAP.
La actividad, efectuada mediante una transmisión online, contó con la presencia de las máximas autoridades universitarias, estudiantes y comunidad general, teniendo como invitada especial a la Dra. Natacha Pino, Rectora de la Universidad de Aysén.
Cabe destacar que la expositora principal de la iniciativa fue la Dra. Antonia Santos Pérez, actual Coordinadora de la Comisión de Igualdad CRUCH, quien realizó un análisis del informe de brechas que se puede descargar desde Aquí
La investigadora destacó el trabajo colectivo que involucró la realización de este documento que da cuenta de la realidad de la UNAP, así como también del equipo de profesionales que elaboró. Asimismo, agradeció el apoyo y colaboración del rector de la UNAP como también de la comunidad universitaria.
Afirmó, además, que las mujeres de la Universidad Arturo Prat realizan un gran esfuerzo que no es reconocido y que este informe permitirá acortar las brechas detectadas que hasta hoy existen.
Durante la actividad la Rectora de la Universidad de Aysén, Dra. Natacha Pino, agradeció la invitación de la Directora de Equidad de Género y Diversidad, destacando que las mujeres tienen las mismas capacidades y, por tanto, deben tener igualdad de oportunidades y condiciones en los distintos ámbitos que se desempeñen.
Asimismo, agradeció el trabajo que silenciosamente realizan las direcciones de género de las Universidades que diseñan acciones para que todos sean más empáticos frente a esta temática, para que las mujeres puedan ocupar distintos puestos de acuerdo con sus capacidades, con los mismos beneficios que los hombres.
Agregó que este tipo diagnóstico no pueden quedarse guardados y requieren que las autoridades y, específicamente, las rectorías refuercen sus procedimientos en búsqueda de la equidad.
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COMMEMORACIÓN
En la oportunidad, el Rector Alberto Martínez sostuvo que las brechas de género están presentes en todos los ámbitos e impiden que instituciones, organismos y hasta países, alcancen el desarrollo pleno de sus potencialidades. “Mucho se ha dicho respecto a este tema, pero la Universidad Arturo Prat no solo se ha quedado en palabras y es así como hemos asumido el gran compromiso de trabajar en acciones concretas por la equidad de género y la diversidad, al interior de nuestra Casa de Estudios Superiores. Hoy contamos con la Dirección de Equidad de Género y Diversidad, con un Reglamento de Prevención y Tratamiento de Acoso, Violencia, Discriminación y Discriminación Arbitraria, en la comunidad universitaria; un Manual para el Uso no Sexista del Lenguaje; un Manual del Buen Trato para una Sana Ciberconvivencia y también un Reglamento de Cambio de Nombre Social”.
Agregó que a lo anterior se suma la recientemente promulgada Ley 21.369, que Regula el Acoso Sexual, la Violencia y la Discriminación de Género en el Ámbito de la Educación Superior. “Esta normativa, nos mandata a trabajar en un cambio de cultura, donde las relaciones y los vínculos sean más respetuosos entre todas las personas que integran los espacios educativos, considerando los aspectos, tanto preventivos, reparatorios y sancionatorios”.
Añadió, además, que se avanzará en la construcción, de manera triestamental, de una política institucional de igualdad, que impulse el reconocimiento de las personas en perspectiva de derechos y de dignidad. “Porque queremos que nunca más en la UNAP, se invisibilicen las mujeres, relegándolas a puestos de trabajo de menor jerarquía o discriminándolas al perpetuar los estereotipos de género. Nuestra sociedad está cambiando, aunque a un ritmo muy lento. Por lo cual debemos tener claro que este proceso solamente se acelerará mediante acciones coherentes y consecuentes con las condiciones de equidad que la sociedad demanda”.
Señaló que el informe de brechas muestra la situación cuantitativa y cualitativa de desigualdad que viven mujeres y hombres, siendo además un valioso instrumento para conocer cuál es el punto de partida, para proponer acciones que alcancen la igualdad efectiva, en el contexto particular de nuestra Universidad. “Agradezco y felicito por este gran trabajo a la Dra. Antonia Santos y a su equipo, quienes nos han permitido conocer la realidad de la universidad, el por qué y cómo en la actualidad las mujeres de los tres estamentos universitarios, académico, funcionario y estudiantil, ocupan una posición y un salario diferente, enfrentando conductas discriminatorias. Somos capaces de corregir este desequilibrio, creemos que si trabajamos como la gran comunidad que somos, podremos garantizar en nuestras aulas y oficinas la igualdad de trato, oportunidades y remuneraciones, al igual que el acceso a lugares de posición en la toma decisiones».
Finalmente, invitó a quienes forman parte de la universidad a conocer este documento, y a unirse al trabajo que ya inició la Dirección de Equidad de Género y Diversidad, y que se transformará en una política de igualdad de género.
Por otra parte, la Directora de Equidad de Género y Diversidad, Karen Jacob, afirmó que esta conmemoración se ha transformado en un día de manifestaciones en todo el mundo en pos de la reivindicación de la igualdad, hacer un análisis de la situación de las mujeres, visibilizar los logros y avances y evaluar además nuevos caminos para seguir mejorando la participación igualitaria de la mujer.
Destacó que “Las prácticas de discriminación y desigualdad; presentes en todos los ámbitos de relación, producción y convivencia del ser humano, son un obstáculo para el pleno desarrollo de la mujer como persona y ciudadana con derechos. Esta discriminación que sufrimos las mujeres se advierte en el trabajo remunerado, en la conciliación laboral-familiar, en la dificultad para acceder a espacios de toma de decisión, en la restricción de los derechos reproductivos y sexuales, en la violencia, en el acoso sexual, en la generación de ambientes sexistas, entre otros, y las universidades no están exentas de ellas.
Tanto el movimiento feminista, que a lo largo de la historia ha develado estas inequidades, como las movilizaciones por una educación no sexista, cuestionan las formas de relación al interior de las universidades, en las que tradicionalmente se velaban una serie de vulneraciones y asimetrías de poder entre sus integrantes».
Agregó que el derecho internacional de los Derechos Humanos, los Objetivos de desarrollo sostenible (en particular el objetivo 5to), y La Ley de Universidades Estatales mandata disponer de acciones y medidas que aborden las inequidades de género, además de establecer mecanismos que aseguren la plena e igualitaria participación de mujeres y hombres. “Como universidad pública, es nuestro deber ser parte de esta problemática y construir una sociedad más justa, en la que se valore la diversidad social, cultural y sexual, contribuyendo precisamente a la igualdad de género y al respeto de todas las personas y sus formas de expresión».