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Niños de Camiña revitalizan tradición Lakita

Dic 15, 2022

 

Uno de los sellos culturales de este territorio es la música lakita; práctica ancestral que los niños de Camiña han refrescado gracias a las iniciativas artísticas culturales financiadas por Conadi.

 

Una comparsa de lakitas es un grupo musical, conformado por 4 tipos de instrumentos: las zampoñas, el bombo, la caja y los platillos. Se denomina lakita al instrumento musical y a todos sus integrantes. Los tamaños de las zampoñas siguen normas acústicas andinas milenarias, resultando sonidos con disonancias y vibratos.

Pricila Mamani, directora de la escuela de Camiña, “este tipo de proyectos son muy importantes porque se da una oportunidad a nuestros alumnos de poder desarrollarse, no sólo en lo académico, sino también en su lado artístico y en especial aquí en Camiña, porque es innato para ellos el tema de la zampoña, los lakitas y los sikus. La cultura musical de Camiña se caracteriza por sus lakitas, entonces hay que ir reforzando y desde pequeños mucho mejor para los niños.

CULTURA MUSICAL DE CAMIÑA

Uno de los objetivos de la municipalidad de Camiña es mantener la educación; recordemos que Camiña cuenta 1.275 habitantes, donde 76% de su población es Aymara. Además, es importante destacar que la comuna está conformada por 11 localidades, de modo, que los niños se concentran en la única escuela primaria del sector.

Cada comunidad tiene su fórmula sonora, que tocan juntos durante fiestas, rituales o para amenizar las tareas de floreo o agricultura. Entre los instrumentos, destaca el tambor, en su forma original fue compuesto por tela de cuero y madera de cactus. En tanto, las zampoñas contenían tejidos decorativos, que combinaban colores, texturas y formas.

El concurso público de subsidio a la difusión y fomento de las culturas indígenas, subdirección nacional Iquique, Uywir mallku uywir t’ alla de la Región de Tarapacá año 2022 fue el espacio que abarcó el proyecto por 2.000.000 de pesos, titulado: “Rescate de la música contemporánea andina, mediante talleres de lakitas con los Yuqallanaja y las Imillanajas del pueblo de Camiña”.

Fueron más de 14 niños los favorecidos con este taller, desde quinto a octavo básico.  La ejecutora del proyecto, Julissa Butrón, señaló que “en Camiña prima la cultura andina, los bailes, la tradición, la música; lo que se ve es que los adultos tocan sikuris, lakitas y otros, pero algunos son adultos muy mayores, por lo tanto, se necesitaba incentivar a los niños para que se preparen y participen. Y aunque empiecen desde cero, aprender todo sobre los instrumentos. Yo espero que los niños sigan tocando y cuando pasen al liceo, sigan unidos por la música; y cuando ya estén más adultos puedan integrarse a un grupo de lakitas.

IDENTIDAD DE QUEBRADA

Cada música lakita tiene su propio trasfondo, cada música significa algo, las zampoñas con los otros instrumentos van tocando a la par y se conectan, como el arte de conquistar, donde la zampoña interpreta a la mujer y los otros instrumentos al hombre.

El profesor a cargo del taller, José Niño de Guzmán, profesor de interculturalidad en la escuela de Camiña, comentó que, “este proceso ha sido muy positivo, hace poquito tuvimos una invitación a un encuentro de bandas juveniles y eso motivó muchísimo a los niños, nos hizo volver a retomar fuerzas, preparamos las canciones y el entusiasmo fue generalizado. Lo hicieron muy bien, incluso salieron en la televisión nacional”.

Además, agregó el profesor que, “gracias a estas actividades los niños se asumen como Aymaras y ven que esta música también pasa por sus venas, se vuelve una inspiración y les alegra, les anima”.

Uno de los integrantes del taller es Brandon Challapa Huanca, alumno de la escuela de Camiña, quien mencionó que “tocar este instrumento es muy bonito y me divierte, también me gusta estar en el grupo tocando y sonando música linda”.

Por su parte, el encargado del área de cultura, Eduardo Saez, aseguró que “la música de los Lakitas es un patrimonio intangible de nuestros pueblos originarios, se busca revitalizar y potenciar el traspaso de los conocimientos, de la música andina a las nuevas generaciones. La idea es que estas tradiciones no se pierdan. Por el contrario, es ir recuperando en el tiempo.