• El hecho ocurrido en Colchane y es un caso poco frecuente en el país. En la región no existen registros de ataques.
A nivel internacional y nacional, los registros de ataques de pumas a personas son escasos, sin embargo, el asentamiento humano en áreas remotas favorece la interacción con la fauna silvestre que siempre ha estado en esos lugares. Precisamente, este fue el contexto en el cual un ganadero fue atacado por un puma en la localidad de Pumire, comuna de Colchane.
Desde CONAF ponemos énfasis en que estos hechos no se han registrado en la región, mientras que, según estudios, a nivel nacional solamente se han registrado dos ataques en el sur del país.
Cabe mencionar que el puma es el felino más grande de Chile y se distribuye prácticamente en todo el país, desde zonas cordilleranas, bosques nativos, estepas, matorrales y pampas. La especie se encuentra prohibida de caza y captura en Chile desde inicios de la década de 1980, además, su actual estado de conservación de acuerdo al Libro Rojo de los Vertebrados Terrestres es en peligro de extinción.
En el Parque Nacional Volcán Isluga, este felino se distribuye en toda su extensión, desde la zona altiplánica hasta la precordillerana. Actualmente CONAF realiza un fotomonitoreo con cámaras trampa desde el año 2021, el cual tiene como objetivo analizar los diferentes objetos de conservación y sus amenazas respectivas dentro del área protegida.
Al respecto, Natalia Ortega, directora regional de CONAF, explicó que los objetos de conservación carnívoros nativos que se estudian en el parque son el gato colocolo, gato andino y puma. “De los registros de fotomonitoreo a carnívoros, la aparición del puma en nuestras cámaras trampa es baja, correspondiendo alrededor del 4% de porcentaje de ocupación al interior del parque, de acuerdo a la metodología empleada. Con 2 años monitoreo parcial se podría inferir que la ocupación del puma dentro del parque es baja”.
Sobre el hecho ocurrido, Jorge Valenzuela, jefe de la sección de Conservación de la Diversidad Biológica de CONAF Tarapacá, explica que el conflicto entre comunidades rurales y el puma es una realidad recurrente en el país debido a la depredación del ganado doméstico. “Esto compromete tanto la conservación de la especie como el bienestar de las personas, el cual ha sido estudiado a nivel regional. En general, es una especie que rehúye la presencia del hombre y ocupa ambientes en los cuales la presencia humana es baja o nula, y cuando se dan los ataques a ganado son por crías, juveniles o algún puma cebado”.
Su alimentación en la región se compone, principalmente, de camélidos altiplánicos, burros y ñandúes (suri) y, en menor proporción, a mamíferos menores como la vizcacha. “Debido a su amplia gama de alimento, existen denuncias verbales de ataques de pumas al interior del Parque Nacional Volcán Isluga que han estado enfocados a ganado doméstico, tanto a llamas como alpacas, de las cuales CONAF ha hecho las verificaciones correspondientes en terreno”, indicó Ortega.
Si bien este caso se registró fuera del parque, CONAF recomienda denunciar de forma oportuna estos hechos al Servicio Agrícola Ganadero (SAG) dentro de los primeros 3 días posteriores al ataque para su verificación. “El llamado es a hacer las denuncias a la entidad correspondiente en el caso que el ataque que afecte a ganado, para visibilizar con mayor fuerza esta problemática”, sostiene Ortega.
Igualmente, la directora sostuvo que “hoy nos hemos reunido con el alcalde de Colchane, con quien prontamente firmaremos un convenio de colaboración en el cual se incluirá el fomento de la educación ambiental y actividades de conservación, en las cuales se incluirá la vinculación del puma y otros felinos en estos territorios”, indicó la directora.
Finalmente, desde CONAF recordamos que ante un encuentro con un puma debe aplicarse un protocolo que incluye las siguientes recomendaciones: mantener la calma y no correr; permanecer firme y frente al animal buscando contacto visual; alzar a los niños para que no corran; nunca dar la espalada al puma y caminar despacio hacia atrás; no sentarse ni agacharse; no te aproximes al animal y, finalmente, si estas en un vehículo y te cruzas con un puma no te bajes a seguirlo.