• lunes, 23 diciembre 2024 08:38

Universidad y desarrollo de las artes

Mar 9, 2024
Iván Vera-Pinto Soto
Cientista social, pedagogo y escritor
¿Por qué es importante que las universidades apoyen a los grupos artísticos institucionales?
Las artes son una parte importante de cualquier experiencia universitaria. Enriquecen la vida de los estudiantes, fomentan la creatividad y el pensamiento crítico y los ayudan a convertirse en personas integrales. Sin embargo, los programas artísticos suelen carecer de financiación suficiente y muchas Academias están reduciendo su apoyo a las artes. Esto es un error. Las universidades deberían seguir sosteniendo a las entidades artísticas, ya que ofrecen una serie de beneficios para los estudiantes y la comunidad universitaria en general.
A saber:
1. Las artes promueven la creatividad y el pensamiento crítico.
Las artes animan a los educandos a pensar creativamente y expresarse de nuevas maneras. Beneficia a los alumnos de todos los campos de estudio, ayudándolos a desarrollar habilidades para resolver problemas y generar nuevas ideas. Los alumnos de escuelas de negocios, en particular, pueden pensar de manera más creativa sobre estrategias de marketing tomando cursos de arte. Igualmente, un estudiante de ciencias consigue desarrollar un pensamiento crítico sobre la evidencia presentada en artículos científicos, tomando cursos de teatro. Por ejemplo, un aspirante a profesional debe comunicarse con diferentes tipos de audiencias y tendrá un mejor desempeño si está capacitado en oratoria y estudios de voz.
2. Las artes ayudan a los educandos a convertirse en personas integrales.
Las artes exponen a los aprendices a diferentes culturas y perspectivas, y les enseñan a apreciar la belleza del mundo que los rodea, permitiéndoles ser sujetos más tolerantes y comprensivos con los demás. Además, las artes coadyuvan a desarrollar las habilidades sociales y a trabajar eficazmente en equipo. Por citar un caso, un educando que participa en una producción teatral debe aprender a trabajar con otros para crear una «puesta en escena» colectiva.
3. Las artes benefician a la comunidad universitaria en su conjunto.
Otras experiencias de la vida real muestran que las unidades artísticas son herramientas efectivas para unir a las comunidades universitarias y crear un sentido de pertenencia. Del mismo modo, están intentando atraer nuevos alumnos e impulsar la economía local. Por ejemplo, las instituciones educativas que organizan festivales de música logran atraer turistas de zonas aledañas y otras latitudes, lo que beneficia al comercio local. Por lo demás, como ya se ha demostrado a nivel internacional, los colectivos artísticos contribuyen a mejorar la imagen y el prestigio de la universidad, haciéndola más atractiva para futuros postulantes, es decir, estos grupos son los mejores embajadores para promocionar la imagen de la Casa de Estudios.
¿Cuáles son algunas formas que las universidades pueden apoyar a sus trabajadores y trabajadoras del arte?
Al respecto, los métodos específicos son los siguientes. En primer lugar, pueden brindar apoyo financiero mediante subvenciones, becas o espacios subsidiados para ensayos y presentaciones. También debe proporcionar apoyo en especie, como equipo o asistencia técnica. En segundo lugar, la universidad proporciona apoyo administrativo. Esto incluye ayudar a los conjuntos a encontrar espacios de ensayo, promocionar sus eventos y proporcionar materiales promocionales y de marketing. Asimismo, conectan a los equipos con otras organizaciones y recursos en el campus. El tercero es proporcionar orientación y dirección. Esto se logra a través de asesores docentes que brindan retroalimentación al equipo sobre su trabajo y ayudan a desarrollar sus habilidades. De la misma forma, son responsables de financiar talleres, laboratorios y clases magistrales dirigidas por artistas profesionales, brindando a los educandos la oportunidad de aprender de expertos.
Finalmente, es necesario establecer un entorno de apoyo para los colectivos. Esto debe incluir espacios para que los artistas realicen investigación, creación, montajes y proyección. La Academia, equivalentemente, tiene el deber de otorgar oportunidades para que los aprendices vean y escuchen actuaciones en vivo e interactúen con artistas.
Un punto muy importante a tener en cuenta: es el hecho que los profesionales de las artes son considerados educadores; por lo tanto, deben recibir el mismo trato y compensación que cualquier experto en la materia, con oportunidades de capacitación y perfeccionamiento.
Claramente, al patrocinar grupos artísticos universitarios, las unidades educativas ayudan a construir una comunidad universitaria vibrante y creativa, y colaboran con los alumnos y alumnas con el objeto de que desarrollen las habilidades y conocimientos indispensables para tener éxito en sus carreras y en la vida.
En general, hay muchas buenas razones por las que las universidades deberían seguir apoyando las artes y sus creadores, por supuesto, con un mayor compromiso político porque, como hemos planteado, las artes mejoran la vida del alumnado, fomentan la creatividad y el pensamiento crítico y les ayudan a ser sujetos sociales integrales.
Por todos los argumentos expuestos, la Academia debe continuar invirtiendo en las artes y desarrollando proyectos permanentes, sistemáticos y relevantes al contexto social. Es una responsabilidad educativa y social que no debe ser ignorada por quien postula a una institución de educación superior, especialmente cuando el prerrequisito anterior está establecido en su misión institucional.