Natalia Ortega Osses, directora regional de la Corporación Nacional Forestal Tarapacá.
En el año 2012, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 21 de marzo como el Día Internacional de los Bosques. Mediante esta celebración se rinde homenaje a la importancia de todos los tipos de bosques y se insta a los países a adoptar iniciativas en el plano local que generen conciencia en la población respecto a su cuidado. Para el presente año el tema propuesto es “Bosques e innovación”: nuevas soluciones para un mundo mejor.
Los bosques son fundamentales para combatir el cambio climático y contribuyen significativamente al bienestar socioambiental y económico de las generaciones presentes y futuras. Se estima que alrededor de 2.500 millones de personas dependen de los bosques; ecosistemas que proporcionan alimentos y materias primas renovables, ingresos que contribuyen a la seguridad alimentaria y la nutrición. Por otro lado, son ecosistemas altamente vulnerables y en constante amenaza tanto por las condiciones climáticas como por la acción del hombre que provoca la pérdida de ecosistemas boscosos por la deforestación creciente.
Para la Corporación Nacional Forestal (CONAF) el Día Internacional de los Bosques tiene un gran significado ya que su misión institucional es garantizar la conservación, restauración y manejo sustentable de los ecosistemas boscosos y xerofíticos del país, mediante acciones destinadas a la conservación, manejo de ecosistemas, monitoreo y arborización. De este modo buscamos satisfacer la demanda actual y futura por bienes y servicios ecosistémicos, contribuir al desarrollo territorial de las comunidades vulnerables, pueblos originarios y a la valoración de la biodiversidad en un escenario de crisis climática.
Al revisar la superficie del territorio nacional se aprecia que un 23,8% está cubierto por superficies boscosas, cifra que cae al 19,4% cuando se considera sólo el bosque nativo. Para CONAF estos ecosistemas son pilares fundamentales del bienestar humano y su medioambiente, por eso este año continuaremos con las iniciativas de forestación impulsadas por el Ministerio de Agricultura a través de la CONAF, además de los programas financiados por el Gobierno Regional para llevar a cabo importantes acciones de forestación, recolección de semillas, producción de plantas y, por supuesto, empleo local con una contribución de las mujeres en la conservación de los ecosistemas para el bienestar humano.
En estos dos años hemos avanzado en acciones de restauración con especies nativas en Huara y Pozo Almonte, inspirados en el programa que la Corfo ejecutó en la pampa desde 1963 hasta el gobierno del presidente Allende, llegando a establecer más de 17.000 hectáreas de tamarugos y algarrobos, los que constituyen hoy la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal.
A la fecha se han forestando 120 hectáreas, de las cuales 80 han sido manejadas sustentablemente para mejorar la provisión de bienes y servicios para sus comunidades. Como vemos, el aporte de las áreas boscosas para el desarrollo de los territorios es invaluable, siendo primordial en la región con el desierto más árido del mundo.