Por Camila Castillo, delegada presidencial provincial del Tamarugal
Una de las tareas que se deben asumir con prioridad en la provincia del Tamarugal es la respuesta en situaciones de emergencia, una respuesta que debe ser oportuna y eficiente. En esta zona las comunidades saben que durante la temporada estival aumentan los pronósticos de precipitaciones, amenazando sus fuentes de producción, la agricultura, la conectividad y viviendas.
Este año tuvimos un aumento importante en la frecuencia e intensidad de las lluvias estivales en la zona cordillerana y precordillerana de la región, lo que nos desafió a actuar de forma rápida, además de evaluar el trabajo preventivo que se había realizado en la provincia, ya que en estos momentos de crisis, la eficacia de nuestras acciones no solo dependen de nuestra capacidad de reacción, sino también de nuestra preparación previa y nuestra habilidad para trabajar en conjunto.
En la región de Tarapacá hemos tenido que enfrentar distintas catástrofes en la historia más reciente, lo que ha ido generando una acumulación en la experiencia de los equipos que es el resultado de la respuesta que podemos dar hoy de forma más ágil. Durante todas estas semanas hemos tenido a los equipos técnicos desplegados, las direcciones del Ministerio de Obras Públicas principalmente han logrado estar presentes en las cinco comunas de la provincia de forma paralela, despejando rutas como prioridad inicial, levantando los pretiles, limpiando puentes, y todo lo que sea necesario para poder enfrentar nuevas precipitaciones o aumentos de caudales de río. Este trabajo rápido nos ha permitido contener y mitigar los daños provocados. Si bien han existido daños, principalmente en caminos y predios agrícolas, sin el trabajo preventivo y el rápido actuar durante la misma emergencia quizás estaríamos en un escenario completamente diferente.
Sin embargo, el éxito no se alcanza únicamente mediante la experiencia pasada, la coordinación permanente juega un papel igualmente crucial. La coordinación entre las distintas instituciones del Estado, los municipios, las delegaciones presidenciales, servicios públicos, gobiernos regionales, policías y bomberos es fundamental para asegurar una respuesta efectiva y sin fisuras. Es imperativo que trabajemos juntos, compartiendo información, recursos y responsabilidades, para maximizar nuestra capacidad de acción y minimizar el impacto de la emergencia en nuestra comunidad.
Aún nos encontramos dentro de la época en donde es posible que algunas comunidades se vean afectadas, por lo que seguimos monitoreando la situación, trabajando en los lugares más críticos con el fin principal de resguardar la vida e integridad de las personas, proteger la agricultura que es la fuente del desarrollo económico local, así como también mantener y garantizar la conectividad de las localidades.