• domingo, 22 diciembre 2024 00:35

Aguinaldo de Navidad 2024

Dic 3, 2024
El Aguinaldo de Navidad es más que un beneficio económico; es una muestra de respeto y gratitud hacia quienes han dedicado su vida al desarrollo de nuestro país. Este año, más de 2,7 millones de pensionadas y pensionados y en la región de Tarapacá llega a los 34 mil, recibirán este aporte que busca aliviar los gastos de fin de año.
Con un monto base de $27.884 por persona, incrementado en $15.753 por cada carga familiar acreditada, el Estado ha destinado más de $79 mil millones para concretar este beneficio. Sin embargo, el valor real del aguinaldo no solo se mide en pesos, representa una tradición de respaldo a quienes merecen más que un simple reconocimiento: una vida digna, segura y sin incertidumbres económicas en su vejez.
El contexto en el que se entrega este beneficio no puede ignorarse. Chile enfrenta desafíos estructurales en su sistema previsional, con pensiones que, en muchos casos, no alcanzan para cubrir las necesidades básicas. Por ello, la discusión de la reforma previsional en el Congreso adquiere una urgencia trascendental. No basta con un aguinaldo anual; necesitamos un sistema que garantice pensiones justas y sostenibles, donde las personas mayores puedan vivir con tranquilidad y sin depender de subsidios ocasionales.
Pero más allá de las cifras, debemos reflexionar sobre el valor simbólico de este beneficio. El Presidente Gabriel Boric lo expresó claramente al señalar:
«Estamos agradecidos de ustedes, que construyeron un país hermoso. El Estado debe retribuirles con una vida digna.»
El aguinaldo de Navidad es, en esencia, un recordatorio del compromiso del Estado con sus ciudadanos mayores. Sin embargo, este compromiso debe ir más allá de una tradición anual. Debe traducirse en políticas públicas que aseguren una vejez sin carencias, con acceso a salud, vivienda y cuidados.
Que este aguinaldo sea, entonces, una invitación a reflexionar sobre la deuda pendiente que tenemos como sociedad con nuestras personas mayores. No basta con aplaudir su esfuerzo pasado; debemos garantizarles un presente y un futuro a la altura de su contribución. Mientras tanto, que esta Navidad sea una oportunidad para reconocer su legado y devolverles, aunque sea en parte, la tranquilidad y alegría que tanto merecen.