Veinticuatro organizaciones finalizaron las etapas de trabajo, recibieron el sello «Mi Comunidad Avanza», un reconocimiento que acredita su compromiso con la prevención de las violencias de género.
El Programa de Prevención en Violencias de Género del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG) en la región de Tarapacá ha experimentado un importante rediseño este año, con un enfoque renovado que ha orientado su intervención hacia las organizaciones sociales y comunitarias. Esta estrategia responde a la necesidad de involucrar a las comunidades en la lucha contra la violencia de género, en línea con las campañas nacionales como “Sí es mi problema”, “Lleguemos a Cero” y “Si es Violencia No la Hagas Viral”, que llaman a la acción colectiva y a la responsabilidad compartida para erradicar esta grave problemática.
La directora regional del SernamEG Tarapacá, Natalia Currín Aracena destacó la importancia de este nuevo enfoque, enfatizando que «erradicar las violencias de género es un objetivo país, un fin mayor del que todas y todos debemos hacernos cargo». Añadió que, en este contexto, «la participación y el involucramiento de las comunidades es fundamental, especialmente en materia de prevención». Así, el rediseño del programa responde a recomendaciones internacionales que promueven el trabajo conjunto con las comunidades, a través de diversas organizaciones sociales y educativas, sin limitarse a un solo grupo etario, como se hacía en versiones anteriores del programa que solo incluían a los jóvenes.
Durante este año, la región de Tarapacá ha visto una amplia participación de organizaciones que se han sumado a este esfuerzo colectivo por una vida libre de violencias de género. Un total de 24 organizaciones, entre ellas la Escuelita Popular Luchín, la Federación de Estudiantes de la Universidad Arturo Prat, el Comité Villa Nueva Esperanza de Huara, el Centro Originarias, entre otras, han sido parte activa de este proceso de sensibilización y formación.
“El tener un consejo asesor preventivo en nuestra comuna es de vital importancia, ya que cada pueblo necesita muchas mejoras, donde las mujeres podamos ser autónomas y sepamos defender nuestros valores”, aseguró la presidenta del comité de vivienda Villa Nueva Esperanza Huara, Jackeline Paredes Sandoval.
El programa se estructura en dos componentes fundamentales. El primero, centrado en sensibilización y formación para la prevención de violencias de género, que tiene una duración de cuatro meses. Durante este tiempo, las Encargadas Territoriales del programa
trabajan de manera directa con las organizaciones participantes, a través de talleres, charlas y actividades, para identificar los valores y estereotipos que perpetúan las distintas formas de violencia de género.
En la segunda fase, que tiene una duración de seis meses, las organizaciones que completaron la primera etapa deben desarrollar e implementar un Plan de Trabajo orientado a promover y difundir acciones de prevención en sus respectivas comunidades, con la asesoría constante de las Encargadas Territoriales.
Este rediseño del programa es un paso fundamental en la construcción de comunidades más comprometidas y responsables en la lucha contra la violencia de género, y refuerza el trabajo colaborativo entre el SernamEG y las organizaciones de la región de Tarapacá, consolidando un modelo de intervención comunitario con enfoque de derechos y perspectiva de género, que busca transformar los territorios y garantizar una vida libre de violencias para todas las personas.