El 12 de junio se celebra el cumpleaños del coipo emblema de CONAF que promueve la protección y cuidado de nuestros ecosistemas.
La icónica figura de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), nació el 12 de junio de 1976 en el marco de una campaña de prevención de incendios forestales. Sin embargo, con el correr de los años, se ha convertido en un protector de la naturaleza y el medio ambiente.
Cabe recordar que su imagen representa a un coipo, animal nativo de Chile. De las 50 especies de roedores chilenos, el coipo es el único adaptado a la vida acuática y es también el más grande. Su tamaño puede alcanzar hasta 1 metro de longitud y su peso los 8 kilos. Es un mamífero robusto, provisto de una cola negra, larga y redondeada, escamosa y casi pelada. El color de su piel varía desde el café amarillento, a café rojizo. Habita lagunas, lagos, ríos y pantanos, en la zona comprendida entre la provincia de Coquimbo a Magallanes, y se alimenta de plantas acuáticas y algunos moluscos.
Desde su creación, Forestín representa el cuidado y respeto por nuestro entorno natural, y enseña a grandes y chicos a cuidar nuestros recursos naturales renovables, especialmente los bosques, y todo lo asociado a ellos, como fauna, flora y agua. Desde 2014 Forestín cuenta con sus propias redes sociales, donde refuerza su mensaje de amor y respeto a la naturaleza, a través de la educación ambiental.
Convertido en todo un emblema, Forestín acompaña a los funcionarios de CONAF en sus actividades comunitarias y, sobre todo, las visitas a jardines infantiles y establecimientos educacionales, compartiendo su mensaje de preservación.
Juan Ignacio Boudon, director regional de CONAF, resaltó la importancia de CONAF para la corporación y sus 45 años de vida. “Forestín es todo un símbolo que representa el compromiso que tenemos en CONAF por la conservación del medioambiente, y que ha llevado el mensaje por generaciones, logrando acercar a los más pequeños el valor del resguardo de la naturaleza y promoviendo conductas amigables para su cuidado”.