El Consejo de Ministros para la Sustentabilidad aprobó la declaración del santuario de la naturaleza Desembocadura del Río Loa, ecosistema clave en el norte de Chile, que se suma a las más de 231 mil hectáreas protegidas del Plan Nacional de Protección de Humedales 2018-2022.
La Ministra de Medio Ambiente Carolina Schmidt, realizó junto a autoridades de la región una visita inspectiva al área que fue aprobada este martes 3 de agosto por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad.
Esta iniciativa fue impulsada por las Seremías del Medio Ambiente de las regiones de Tarapacá y Antofagasta, en el marco de un trabajo colaborativo con el Ministerio de Bienes Nacionales. La superficie de 719,7 hectáreas de la desembocadura del río Loa fue reconocida por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad como santuario de la naturaleza, figura que protegerá al ecosistema completo y la biodiversidad que habita y descansa en el, además de servicios ecosistémicos claves.
El santuario propuesto se emplaza en la parte más extrema del desierto, en un flujo permanente de descarga hacia el mar, constituyendo la única cuenca exorreica (que desemboca en el mar) desde el río Lluta por el Norte (a 330 km) y el río Copiapó por el Sur (a 650 km), en una extensión costera de casi mil kilómetros, en el borde del desierto más árido del mundo.
“La creación de este nuevo santuario de la naturaleza, localizado en el río más extenso de nuestro país, busca proteger este verdadero oasis en medio del desierto que tiene una gran riqueza natural y belleza escénica que debemos conservar, y que se suma a las más de 231 mil hectáreas que hemos protegido con el Plan de Protección de Humedales”, afirmó la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt.
Entre los ecosistemas presentes en la desembocadura destaca un humedal formado por el río, con remansos y una laguna, a metros de donde el río descarga al mar. Una de las funciones ecosistémicas más destacadas en este humedal es la de servir de hábitat para la avifauna, y en particular para las aves migratorias. También, provee hábitat propicio para aves no migratorias, así como para el desarrollo de especies de vertebrados, invertebrados, reptiles y la típica vegetación que da continuidad a la quebrada que ha definido el cauce del río.
En la fauna de la desembocadura del río Loa se encuentra la yaca, una de las cuatro especies de marsupiales en Chile. Su población en el área es de especial importancia, ya que constituye el límite norte del rango de distribución de la especie en nuestro país.
La gran riqueza natural y escénica que posee la desembocadura del río Loa, permitió que durante el año 2005 el Ministerio de Bienes Nacionales destinara el terreno fiscal para la conservación de la biodiversidad y del patrimonio cultural del país, junto con valores arqueológicos presentes en el lugar. Actualmente, la desembocadura del río Loa es utilizada con fines turísticos, de investigación científica y educación ambiental.